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El teatro




En el teatro la historia se 
presenta a los ojos del espectador a partir de diálogos entre los personajes. Como en los cuentos y novelas, también se cuenta una historia, pero no hay narrador.En el género teatral debemos considerar dos aspectos: el texto dramático y la puesta en escena. El texto dramático es escrito por un autor, pero será representado por actores, de modo que variarán los elencos que dará a vida a esos personajes sobre diferentes escenarios.

El texto dramático presenta una lista con los personajes, los diálogos entre ellos y acotaciones sobre el modo en que los personajes se expresan o los movimientos que realizan.El director teatral elige un texto dramático y con su lectura hace una interpretación que se convierte en su puesta en escena. Todos los aspectos que en el texto dramático se sugieren mediante palabras, se hacen realidad en la puesta en escena: El tono de voz en los diálogos entre los personajes, la escenografía, el vestuario, el maquillaje, la iluminación, la gestualidad, la musicalización y los efectos especiales originan nuevos significados que no aparecen explícitamente en el texto dramático.Estos se organizan en actos, que cambian cada vez que la acción toma un nuevo giro, es decir que se pasa del planteamiento al nudo y luego al  desenlace, dividiéndose así en actos.  Otros textos dramáticos se dividen a su vez en escenas, cada vez que aparece un personaje nuevo que desarrolla una acción específica.En los textos dramáticos se desencadena un conflicto en que se enfrentan dos fuerzas opuestas. Puede ser un conflicto entre una persona y un objeto, por ejemplo un personaje tratando de poner derecho un cuadro o secuencias de acciones más complejas como conflictos entre familias que desencadenan grandes tragedias. Lo importante es que haya un choque entre esas dos fuerzas opuestas, ya sea entre personajes, entre personajes y objetos o entre un personajes consigo mismo en un tono más reflexivo. El conflicto dramático es lo que da forma a la acción y permite que se desarrolle una historia. Cuando un personaje desea alcanzar un objetivo, pero otro se interpone y trata de impedir que alcance su meta, se desata el conflicto dramático. Éste crecerá progresivamente hasta llegar a su punto culminante o clímax, es decir, el momento de mayor tensión dramática entre las fuerzas opuestas.


Géneros dramáticos.
En el teatro podemos diferenciar dos modalidades: la comedia y la tragedia, según la clasificación clásica. En la comedia los personajes se enfrentan a las dificultades que provocan los defectos de su personalidad, abundan los personajes típicos o estereotipos sociales y permite criticar los vicios de una sociedad. Sin embargo, el desenlace es feliz. Asimismo podemos diferenciar entre la comedia de enredos y la de costumbres. En la primera los personajes falsifican su identidad y llevan a cabo engaños a otros personajes, lo cual desata malentendidos. En la comedia de costumbres se presentan conflictos sociales propios de una época determinada. Tiene un fin didáctico, es decir que busca enseñar o transmitir en forma amena una particular visión de la realidad. 
En sus inicios en Grecia, la tragedia era una obra teatral de tipo religioso en la cual se mostraba un mito. Según Aristóteles en la tragedia el personaje inicia la acción que le conducirá a la desgracia, insiste con orgullo y testarudez hasta llegar al reconocimiento de su culpa poco antes de morir. En la tragedia siempre encontramos que los espectadores expurgan sus propias penas y sentimientos al ver algo trágico  gracias a la identificación con el personaje, sufre con él y se emociona.




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